jueves, 2 de octubre de 2014

¡Alguien tenía que decirlo! ATQD

¡Nueva sección en 'El circo de palabras'! Esta vez traemos una opinión de Manuel Enríquez sobre 'Cincuenta sombras' esperemos que consigamos animar más a Manuel y verle en más ocasiones colaborando en esta sección que me he animado a abrir.




Os  confieso que empecé a leer el libro pensando que se trataría de otra cosa. Eso es a causa de los problemas de leer utilizando voces sintéticas. Yo creía que el argumento iría de Juancar, del elefante en Ghana y de la tal Corinna. Pues no. El título del libro no era “Las cincuenta sombras del rey” como yo había entendido sino las del tal Grey. Y hecha esta aclaración paso a contaros el punto de vista de un varón cegato sobre las tales sombras.

Escribir una crítica sobre esta novela y añadir algo nuevo a todo lo ya dicho puede resultar complicado. Sin embargo vamos a intentarlo. Para aquellos que no lo hayáis leído, es la historia de Anastasia Steel, una estudiante recién licenciada, cuya macicez, como el valor en la mili, se le presupone y que, cosas del trabajo, conoce a Christian Grey, un joven elegante, guapo, multimillonario y, sobre todo, sádico.  Por favor, no confundamos. El tal Grey es sádico, no masoquista. Goza con el sufrimiento de los demás, no con el propio. La moza  se enamora del ricacho y éste se la lleva a pasear en helicóptero privado, jet privado y cochazo último modelo, también privado  hasta que ambos terminan en un apartamento de superlujo. Él hace que ella firme una especie de contrato de buena voluntad que obliga a la narradora, , el libro está relatado en primera persona, a guardar silencio de todo lo que haga referencia al tal Grey. Una vez firmado este pacto de silencio, el ricacho enseña a la chica un cuarto a medio camino entre una suite de lujo y una cámara de tortura medieval. Entonces fornican porque ella pone los ojos en blanco y se muerde el labio superior cosa que a Grey le pone con las hormonas a cien. Luego él le enseña otro contrato en el cual se establecen unos límites al tema sadomaso, ella pone los ojos en blanco y fornican. Después van a una fiesta universitaria, ella se muerde el labio, ya no recuerdo si el de arriba o el de abajo y fornican. Van a casa de él, revisan otra vez los límites del contrato, vuelta a morderse el labio y vuelta a fornicar. Ella se toma una gaseosa light pero pone los ojos en blanco y fornican. Al final contrato todavía sin firmar, paseo en helicóptero, ojos en blanco y labio mordido a la vez. El otro se rebota, no hay que negar que ella  estaba avisada, la conduce a la habitación medieval,la ata a la pata de la cama,  le levanta las faldas, le baja las pantaletas y le azota el trasero con la correa. Ella se mosquea, se muerde el labio como venganza y… no fornican. Final del libro. Bueno, entre unas cosas y otras, él le regala un descapotable último modelo, una pecé que te pasas con todos los programas originales, un teléfono móvil y alguna cosa más. Seamos serios. Si yo, hetero convencido, me topo con un tío que me regala todas esas cosas, no me importaría que me pasase por la piedra con cintazos incluidos. Incluso mi señora sería capaz de perdonarme.

                El tipo, además de sádico es dominante, machista, misógino y un pelín descerebrao. Porque… ¿A quién se le ocurre mandar e-mails a la churri con la firma oficial al pie del correo? Si tienes a tiro de piedra a una señora estupenda… ¿Andas perdiendo el tiempo con gilipolladas de contratos y similares? ¿Cómo sabe el mister Grey que la presunta no es una Belén Esteban al uso que irá con el cuento a cualquier programa de Tele5  a contar los desvaríos de su señor?

En fin, que el primer libro de la serie no me gustó. Ni siquiera me pareció bueno como literatura erótico-pornográfica. La primera cosa que encuentro un punto original es el texto del contrato y tienen que pasar 186 páginas hasta que el contrato aparece. El primer revolcón donde ella pierde su tesoro más valioso, que decía mi abuela, no llega hasta la 127 y a partir de aquí, poca variación tiene la cosa. El gran mérito de esta novela es su campaña de lanzamiento. Eso de presentar la novela como un texto destinado a las mamás de América, ha sido un verdadero acierto y convencer a una cuarentona de Boston o a una sesentera de Mondoñedo, que puede ir a la librería, comprarse una novela porno sin tener que avergonzarse de ello, es un logro que nadie puede negar. Luego, supongo, la señora se meterá en la cama, leerá lo del helicóptero y se acordará del Seat Toledo que su marido tiene aparcado en la calle. Mientras planche el mono de faena de su Manolo, recordará las camisas de seda de Grey y cuando el domingo por la mañana se encuentre con el marido rascándose la huevera , en calzón blanco medio oculto por la barriga cervecera ella no podrá por menos que pensar en un cuerpo de joven millonario, prieto como un David de Miguel Ángel y curtido al sol del mar Caribe. Sin embargo una cosa tiene buena el Manolo. Cuando se acuesta y busca el solaz del sexo, no necesita romperle el alma a correazos, y esto, mi querida ama de casa que lees esta crónica, es de agradecer por más que la fusta esté fabricada con pellejo de hipopótama virgen y el mango sea de marfil con esmeraldas incrustadas, gordas como cabeza grillo.  Lo dicho, el tal Grey un gilipuertas y ella un poco golfa. Alguien tenía que contarlo.


MANUEL

5 comentarios:

  1. Manuel me he reido mucho con tu critica y espero que hagas más pero hablando de ésta, entender, entender, lo que se dice entender, no has entendido ni dos comas del libro

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  2. Este libro de escasa calidad literaria en la que el morbo es lo único que lo mueve. Literatura erotica hay más y mejor.

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  3. Concuerdo en que el libro tiene escasa calidad literaria, es repetitivo, y con tal de no ser soez ni decir palabras malsonantes, repite los términos hasta la saciedad. Pero tiene su mérito, nos lo hemos leído muchas personas, de muchos países, de distintos niveles culturales, clases sociales, etc. eso quiere decir, que tiene el mérito de saber llegar, que ya es algo. Yo lo definiría como lectura ligerita de verano, para la playa o la piscina, y para eso, llega...

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  4. Jajajaja! Un gran logro de este libro es, sin lugar a dudas, haber generado esta crítica genial que le suma su propia calidad literaria (ya que tanta falta le hacía), además de develar el misterio de: un “Pacto con el Diablo” o un “Publicista excepcional” (al que “muchos” deben estar buscando, jajajajaja!) Capo!

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